
Parece que fue ayer cuando bailabas a lo largo de esta misma avenida Rio Branco, sintiendo las miradas brillantes de deseo de los hombres clavándose como excitantes agujas en tu cuerpo moreno.
Los demás danzan y giran riendo a tu alrededor, ajenos a tu creciente melancolía. En breve habrás partido y de ti no quedará gran cosa, ni siquiera el leve recuerdo de tus cada vez más inútiles alas.
(No quería dejar concluir el carnaval sin poner alguna imagen alusiva y como el carnaval de Piriápolis no es muy interesante, preferí utilizar esta otra)