miércoles, 13 de enero de 2010

Solitario





Fue el domingo pasado, a principios de enero la ciudad estaba vacía y en el centro había muy poca gente.
Me crucé con este señor, sentado allí, solo, mirando hacia todos lados con recelo. No quiero ni pensar en que al pobre bien pudiera haberle caído mal el almuerzo y se dispusiese a...no, como ya dije, no quiero ni pensarlo...