lunes, 23 de noviembre de 2009

Soñar no cuesta nada

Cuando todo va mal y para completarla, con tendencia a empeorar, siempre queda un último recurso: echarnos a dormir y soñar. En nuestros sueños podemos ser bellos, heroicos, ricos, famosos y hasta amados, porque soñar no cuesta nada y además, después de todo, la vida es sueño, Calderón de la Barca dixit. Más aún: para algunos, la vida no es más que un prolongado sueño del cual despertamos al morir.