miércoles, 11 de noviembre de 2009

Insistencia

Decía el tango que "la historia vuelve a repetirse, mi muñequita dulce y rubia", y es así nomás, y como prueba de ello, están estas dos imágenes, la de arriba tomada en Marsella en 1981 y la otra hoy mismo, en Montevideo. En la primera se ve al pobre David de Miguel Angel -en realidad una de pocas réplicas que andan por el mundo- rodeado por una incongruente y ruidosa maquinaria que turbaba su paz en su plácido sitio frente al mar, en la Corniche de Marsella. La segunda muestra como el pobre nudista continúa de mala racha, pues aunque han pasado 28 años, dice otro tango que "veinte años no es nada" y de nuevo las excavadoras lo acorralan inclementes, esta vez, en el centro de Montevideo.