miércoles, 16 de septiembre de 2009

Inútiles alas

Los chinos son muy aficionados a tener jaulas con pajaritos, como la que se ve en la foto, tomada en el parque público de Nankin.
A mí siempre me desagradó esa costumbre. Los hombres siempre hemos soñado con poder volar, como Icaro pero sin el desenlace triste de su historia, naturalmente. Por eso me parece incomprensible y cruel que encerremos entre barrotes a esos pequeños animales que sí pueden hacerlo, como si quisiésemos vengarnos porque ellos, cuando atraviesan el cielo, nos ven a nosotros como simples motas de polvo diseminadas por el paisaje.
El escritor estadounidense Paul Theroux, que alberga sentimientos parecidos al respecto, relata en uno de sus libros de viaje los contratiempos que le causaba con los vendedores locales su manifiesta reacción de desagrado al ver las numerosas jaulas con todo tipo de pájaros, en venta en los mercados de las ciudades chinas.