viernes, 17 de julio de 2009

Lo sagrado y lo profano

México siempre me pareció un país surrealista, punto de vista naturalmente discutible y reconozco que seguramente influenciado por las películas de Buñuel, en su etapa mexicana. Sin embargo, en mi descargo quiero añadir que cuando uno recorre un poco el territorio, de inmediato saltan a la vista aparentes contradicciones y situaciones que bien pueden ser catalogadas como surreales. Es un país realmente increíble, de una enorme riqueza cultural y del punto de vista visual, un auténtico paraíso para el fotógrafo callejero.
La pollería de la foto, adonde se entremezclaban elementos sagrados y profanos con total desparpajo, creo que puede ejemplificar lo que digo.