Anoche estuve fotografiando en un pequeño parque de diversiones instalado en Piriápolis y en determinado momento el horror se me apersonó, como ponen en los elaborados partes policiales y sin querer tomé esta inquietante fotografía. ¿Tendrá algo que ver el que desde hace algunos días estoy usando, en mi moderna Sony, el viejo Summicron de 50 mm que me acompaña desde 1972 y por alguna razón la imagen registrada corresponde a la de un espectro del pasado?