Dicen por ahí que el carnaval del Uruguay es el más largo del mundo. Puede que sea cierto. Lo que sí me queda claro es que fuera del momento del desfile, cuando las agrupaciones compiten para encantar al público y convencer al jurado, los miembros de las comparsas no se ven más alegres y eufóricos de lo habitual, característica muy nuestra, de todos modos. Qué puedo decir, carnavales eran los de antes (link), de todos modos.