Recuerdo haber leído hace ya bastante tiempo, léase decenios, refiriéndose a la famosa serie de imágenes de graffiti tomada por las calles de Paris a partir de los años 30 del siglo pasado por el gran fotógrafo húngaro Brassaï (link), que los mendigos medievales utilizaban símbolos grabados en los muros para comunicarse entre ellos de manera discreta, marcando, por ejemplo, aquellas casas en las cuales les daban alimentos o limosnas. Tengo la cita en alguna parte de mi biblioteca, estoy seguro, en algún libro o recorte de revista, pero me da pereza comenzar a revolver en ella porque sé que inevitablemente voy a encontrar otras cosas que me van a interesar y voy a terminar desviándome del tema con tanto hipervínculo.
Esta imagen en particular forma parte de una serie que vengo haciendo desde hace años por las calles de Montevideo y también de otras ciudades. Me pregunto qué clase de mensajes transmiten, pero aunque en muchos casos creo que atentan innecesariamente contra la estética de la ciudad, me resultan un tanto fascinantes en su hermética simplicidad.