Decirlo suena a comedia cursi de esas que se transmitían por la radio hace un montón de tiempo, a título de película argentina o mexicana de los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado o, por qué no, a letra de tango no muy elaborada: "la flor de la calle", solo le falta agregar las palabras "fango", "percal" o "arrabal" y queda perfecta. Pero bueno, es la verdad; esa hermosa flor había crecido en un cantero en la vereda. No duró mucho, claro, hoy pasé y ya no estaba, seguro que la cortó algún malevo para ofrendársela a su paica.