sábado, 29 de enero de 2022

Carnaval VI

 

Había llegado el momento de tomar una decisión; ante ella se abría, amenazante y apenas iluminada por la tenue luz de algunas antorchas, la boca de la caverna que, según le habían dicho los sacerdotes, albergaba al monstruo que había decidido enfrentar. Sin su armadura, la joven princesa se sentía casi desnuda, pero no era el momento de escuchar la voz de la prudencia, que la instaba a aguardar por unos refuerzos que sabía que muy probablemente no llegarían. Haciendo acopio de todo su coraje, que no era poco y dejando escapar un suspiro de resignación ante lo inevitable, con un paso firme  cruzó su Rubicón y avanzó hacia su destino.