sábado, 18 de diciembre de 2021

Los peligros de Piriápolis

Una vez cumplida su macabra misión, los dos sicarios se desentienden de sus víctimas, cuyos cuerpos, uno de ellos incluso decapitado, yacen encima de un montón de mercancía barata como dos trapos más. Mientras revisan con aire aburrido algunas prendas a la venta, los clientes de la feria pasan junto a ellos, recorriendo los puestos sin demostrar ningún interés por la tragedia que se acaba de producir, habituados como están a los peligros de esta ciudad balnearia refugio habitual de contrabandistas y filibusteros.