viernes, 24 de diciembre de 2021

El tamaño adecuado


Por un instante creí estar desvariando. Me hallaba en la azotea de mi casa aprestándome a leer, cuando de un macetón que tenía justo delante de mis ojos vi asomar la figura de un minúsculo hombrecito de casco de plástico y mono naranja de seguridad que a continuación comenzó a recortar tranquilamente las hojas de la planta. Sin embargo y pese a mi temor inicial, no era para inquietarse. Ocurría simplemente que la Intendencia, con su eficacia habitual, había contratado, por razones de practicidad, todo un equipo de enanitos para realizar las podas de aquellas plantas que no superasen un cierto tamaño, evitando de ese modo dañarlas. Más tranquilo, pude dedicarme a lo que me había llevado hasta el techo de mi casa, a disfrutar de mi libro (electrónico) a sabiendas de que las autoridades y el personal municipales velan por la tranquilidad y el bienestar de todos los habitantes de la tacita de plata.