Para un muy agradable fin de semana en el balneario, no puede haber un mejor cierre que un demorado y deleitable retorno a casa, rodeado durante horas por una alegre constelación de luces en movimiento, cual vivaz enjambre de luciérnagas que nos acompañan para que no nos pongamos tristes, ¡oh maravilla! ¡Viva la alegría! (link)