lunes, 19 de julio de 2021
Navigare necesse est
Me dió no sé qué sacarlos de su error. ¿Cómo explicarles que no se hallaban en la proa de una nao que entraba a la bahía al atardecer, quizás para descubrir por fin un abrigo conveniente en el continente descubierto no hacía tanto tiempo? No quise partirles el corazón, todos tenemos derecho a soñar con algo, lo que sea, aunque nos engañemos. Así que me fui alejando en silencio, tratando de evitar que las olas que rompían contra los flancos de la embarcación por la banda de estribor me salpicasen el lente de la cámara con agua salada. Poco antes de perderlos de vista oí la voz de uno de los tripulantes que anunciaba con un grito de alerta haber divisado un cerro un poco más adelante, hacia donde el sol ya se iba ocultando tras el horizonte.