miércoles, 28 de abril de 2021

Seguimiento II

Sin embargo, unas cuadras más adelante volví a notar algo que volvió a disparar una alarma: oculto, aunque no demasiado, tras rejas y paredes grafitadas con extraños e indescifrables signos, había un vehículo...¡rojo! Era demasiada coincidencia. No tuve alternativa que seguir el procedimiento especial de operaciones para estos casos. Me apresuré a retornar a mi casa y tras trancarme bien bajo siete llaves, me acosté en mi cama y me tapé con las frazadas hasta la cabeza. Entonces sí, poco a poco comencé a recobrar mi calma habitual y a sentirme nuevamente seguro.