domingo, 27 de septiembre de 2020

Elecciones municipales II


El año pasado, haciendo gala una vez más de mi proverbial astucia y considerando que tras más de cincuenta años votando lejos de mi lugar de residencia, el centro, eran suficientes, decidí solicitar cambio de zona en la Corte Electoral. Este mediodía, pues, me dirigí raudo a mi nuevo lugar de votación, para lo cual debí atravesar una vez más, como tantos domingos la feria de Tristán Narvaja. Había poca gente comprando, dado que garuaba, como en el tango (link) y muchos puestos o no estaban o tenían su mergadería en exposición debajo de capas de nylon, prácticamente solo se veían votantes. No sé de qué se sorprende el señor al fondo a la izquierda, ¿acaso no somos un país con larga tradición democrática y nos gusta votar?