lunes, 9 de marzo de 2020

Dia Internacional de la Mujer II




Alegres reencuentros entre amigas, sin olvidar que la convocatoria fue también (y quizas más que nada) para protestar contra la violencia de género.     

Tras las (ridículas, obviamente) insinuaciones acerca de la posibilidad de desórdenes, que dicen mucho de quienes las hicieron, las manifestantes organizaron su propia seguridad. El mundo del absurdo al extremo: las posibles víctimas de la violencia masculina vigiladas como presuntas agresoras por las fuerzas policiales que supuestamente deberían defenderlas. Fantástico, como el Uruguay, no hay.



Como la cosa seguía para largo, me fui a mi casa y durante horas estuve escuchando revolotear el helicóptero de la policía, que en arriesgada misión de reconocimiento sobre la zona de concentración de las fuerzas hostiles, informaba regularmente al mando coordinado de los desplazamientos de las mismas. Afortunadamente el enemigo no estableció contacto con las líneas de avanzada de las unidades del Orden y no fue necesario apelar a las Naciones Unidas para que movilizasen fuerzas de interposición, que ya sabemos lo que pasa después.