jueves, 6 de junio de 2019
Irritado
Don Domingo Faustino Sarmiento está con cara de pocos amigos y es comprensible, pobre. Entre las rejas que le pusieron justo delante y esa bicicleta tan mal ubicada, le tapan casi toda la vista a la calle, la única distracción que le queda al broncíneo prócer.