Entre 1991 y 1999 subí en cuatro oportunidades, durante la Semana Santa, hasta el santuario de la Virgen de Punta Corral, en el norte argentino. Hay dos caminos, uno que sale desde Tilcara y el otro desde la vecina Tumbaya. Ambas poblaciones se disputan el milagro de la aparición de la virgen y llevan a cabo sus procesiones en días diferentes para no pelearse, como dos hinchadas de fútbol. Al inicio del camino que parte de Tumbaya está esta entrada, por la cual tuve buen cuidado de pasar, no fuera cosa de terminar en cualquier parte o en otra dimensió, por ejemplo.