viernes, 12 de abril de 2019

Cetáceo


Al borde de una sucia vereda, recostado a una vieja casa modificada hace ya mucho tiempo y rodeado de basura grafitera, el bello cetáceo se hallaba varado lejos del mar. Pensé en darle una mano para volver a él, pero aunque aparentaba ser pequeño, era en verdad muy grande, como son todos los de su especie, así que hice lo que hago siempre en esos casos: un clic y partir, resignado a lo inevitable. No son estos tiempos propicios para las ballenas blancas.