viernes, 10 de agosto de 2018

Diario Habanero LIX

Yo siempre pensé que en los clubes de ajedrez se debía mantener un buen grado de silencio, pero en este, el club Capablanca de la Habana, los de las mesas vecinas hacían tantos comentarios y en voz tan alta que no sé como estos dos jugadores conseguían concentrarse.