Ayer falleció un viejo y querido amigo y gran fotógrafo, Jorge Ameal. Con Jorge nos solíamos reunir, de tanto en tanto durante horas para hablar de nuestra pasión común, la fotografía. Intercambiábamos información, chismes, datos útiles y nos contábamos lo que estaba haciendo cada uno. Disfruté mucho de cada uno de esos relativamente escasos, y quizás por ello aún más preciados, encuentros. Ahora su partida ha dejado, nos ha dejado a todos, porque era muy querido, un vacío en el alma que sé que será imposible llenar. Pero mientras estuvo con nosotros fue muy bueno.¡Hasta pronto, viejo amigo y buenas fotos!