En Cuba el sistema de salud es muy bueno. El sistema de transporte público, al menos en La Habana, que fue donde yo estuve, es muy malo, hay que decir las cosas como son. Siempre lo fue, aún en las épocas de bonanza cuando la URSS le daba a Cuba un subsidio anual de unos cinco mil millones de dólares. Después, cuando se desmoronó el bloque socialista todo se puso mucho peor y ahora va mejorando de a poco. Estos habaneros se apresuran a tomar un taxi colectivo (taxi particular) en Centro Habana. Si no consiguen nada, a caminar. Durante los catorce días que pasé en la ciudad yo únicamente anduve a pie, a un promedio de cinco o seis horas por día, pero en mi caso no había problema, me gusta caminar y lo disfruté mucho.
