viernes, 11 de mayo de 2018

Diario Habanero XVII

Una de las consecuencias de que el tráfico por las calles de La Habana sea relativamente reducido es que los niños pueden utilizarlas como campos de juego con total seguridad de que no van a ser agredidos por algún conductor irresponsable, como podría ocurrir en una calle de barrio de nuestra ciudad.