lunes, 1 de enero de 2018
Aparición temprana
Apenas nos habíamos adentrado -¿o debería decir "aventurado"?- en el nuevo año un par de horas cuando, al caminar por calles desiertas y ya casi silenciosas, de pronto tuve una aparición. La imagen de la Virgen, o de una Virgen, o de una santa, o quizás de Buda o alguien así. (pero benéfica, pues de haber sido el demonio habría sido roja y además no pude verla bien porque estaba lejos y un poco alta), se me apareció para transmitirme algún tipo de mensaje. ¿Cuál? No tengo la menor idea, pero seguro que era algo trascendente. Por lo pronto me dejó un enseñanza inmediata: en lo sucesivo, aunque sea de noche, voy a salir con un par de pequeños binoculares en el bolsillo, además de la cámara. He sido iluminado, pero no consigo ver tan bien como quisiera en la oscuridad.