sábado, 29 de julio de 2017

Quiromancia

Un adivino -como ese que estaba leyéndole la mano a ese muchacho en una calle de Yangon (ex-Rangún)- eso es lo que nos hace falta por acá. Deberíamos contratar especialistas birmanos que formasen adivinos locales para ver si de una vez por alguien le acierta a los pronósticos (económicos, políticos, meteorológicos, los que deseen).