miércoles, 7 de diciembre de 2016

Sorpresivo


Me imagino la sorpresa del pobre señor, estaba disfrutando su helado tranquilamente cuando ese energúmeno surgió de repente con todo el aspecto  de querer arrebatárselo. Si se trataba de un turista, probablemente pensó que los montevideanos somos unos bárbaros, qué más puedo decir...