lunes, 18 de enero de 2016
El anuncio
Llovía. Sobre Lisboa caía una lluvia fina, persistente y molesta, preludio de la que vendría poco tiempo después con mucho más intensidad cuando llegara el invierno a instalarse a señorear por la comarca. Esos dos individuos anunciaban algo y por su silencio me dió la impresión de que era algo importante, que no hacía falta vocearlo, que con lo escrito en los carteles bastaba. Pero no pude saber de qué se trataba, a veces me asalta una pereza paralizante, como en ese momento, así que no vi lo que anunciaban, pero de todas formas no debía ser tan grave, ya que aún estoy por aquí para contarlo.