Es sorprendente la cantidad de iglesias que hay en Portugal, algunas de ellas muy antiguas y bellas. Pero llega un momento en que se tornan un poco demasiadas y entonces es hora de ir a sentarse en una mesa de café en alguna linda plaza o un largo a tomar una bica (un expresso) y disfrutar del panorama con toda calma.
lunes, 23 de noviembre de 2015
Iglesias
Es sorprendente la cantidad de iglesias que hay en Portugal, algunas de ellas muy antiguas y bellas. Pero llega un momento en que se tornan un poco demasiadas y entonces es hora de ir a sentarse en una mesa de café en alguna linda plaza o un largo a tomar una bica (un expresso) y disfrutar del panorama con toda calma.