Sentado en su trono, el rey contemplaba sus vastos dominios, mientras por lo bajo tarareaba una tonada que rezaba:
"Con dinero y sin dinero
Hago siempre lo que quiero
Y mi palabra es la ley.
No tengo trono ni reina,
Ni nadie que me comprenda,
Pero sigo siendo el Rey."
Muy mejicano el monarca...