sábado, 6 de septiembre de 2014

Castillos VIII

Lo que siempre me atraía de las ferias ganaderas eran por sobre todo sus protagonistas. Los paisanos que se congregaban a arrear el ganado o a comprarlo, me recordaban a los que había visto pasar tantas veces en mi infancia durante las interminables siestas de verano en la casa de mi abuelo en Sarandí del Yí , recorriendo al paso las polvorientas calles del pueblo con la calma determinación de quien sabe adónde va.