viernes, 25 de julio de 2014

Combate


No pregunté de qué se trataba, estaba claro: el filibustero en su nao se acercaba a nuestras costas con el fin de iniciar alguna sarta de infames tropelías y esos dos bravos vigías se trabaron con él en fragoroso combate. ¡Demos gracias a que siempre hay guardias que a riesgo de sus vidas se baten para hacer de nuestras playas un lugar más seguro!