viernes, 11 de abril de 2014

En la ruta

Mirar por la ventanilla -o el parabrisas, como en este caso- de un vehículo en movimiento permite comprobar que las cosas que nos rodean se mueve, pasan y quedan atrás, en tanto que nosotros permanecemos inmóviles todo el tiempo, perspectiva de corte medieval que puede resultar interesante considerar durante un rato, al menos. Luego, la perspectiva del destino de nuestro viaje que nos aguarda más adelante, echa por tierra esos pensamientos retrógrados, que descartamos sin dudarlo con la seguridad de quienes se saben en posesión de la verdad absoluta.