miércoles, 2 de abril de 2014

A través de la ventana

Desde hace algún tiempo y gracias a los buenos oficios de la Intendencia de Montevideo, de los vecinos sucios y de las legiones de recicladores, cada vez que me asomo a la calle por una de las ventanas de mi casa veo un basural disfrazado de contenedor de residuos. En su lugar me gustaría tener una vista más agradable y exótica, como la que me ofrecía la ventana de una cafetería y restaurante a la que solía ir a desayunar cuando estuve en Lhasa, pero por lo visto deberé conformarme con lo que hay.