¿Cómo era que nadie más que yo se daba cuenta? Esos dos leones blancos, una anomalía, por cierto, dentro de la especie, parecían estar hambrientos, o quizás simplemente irritados por algo. La muchacha iba a tener que apelar a sus dotes musicales para apaciguarlos si es que no quería acabar en sus fauces...
sábado, 8 de marzo de 2014
Hambrientos
¿Cómo era que nadie más que yo se daba cuenta? Esos dos leones blancos, una anomalía, por cierto, dentro de la especie, parecían estar hambrientos, o quizás simplemente irritados por algo. La muchacha iba a tener que apelar a sus dotes musicales para apaciguarlos si es que no quería acabar en sus fauces...