viernes, 11 de enero de 2013

Dios protector

Una vez, durante un viaje en tren a través de las llanuras del subcontinente indio, un pasajero me preguntó qué era lo que me atraía de la India, "¿Acaso viene a ver las vacas en las calles?", dijo con un dejo de ironía, ya que es sabido que los extranjeros buscan únicamente el exotismo y comprenden muy poco lo que ocurre a su alrededor. Pude haberle dicho que eso también era interesante, pero en cambio le respondí que encuentro a la India un país visualmente fascinante y a continuación pasé a hablarle de la relación que veía entre el aparente desorden que reina, soberano, en el país y la teoría del caos, lo que lo desconcertó bastante. Teoría del caos a un lado, en las calles y caminos de la India es posible tener todo, la vida y la muerte, el amor y el odio, la religión y la política, al alcance de la mirada, y en mi caso, también del lente de mi cámara. Como en esta escena en tomada en un callejón de Delhi, donde están esos tres personajes humanos, dos de los cuales se hallan enfrascados en un comercio cotidiano, mientras que el tercero descansa, todos bajo la amable protección de Hanuman, el dios mono amigo y seguidor de Rama.