jueves, 13 de diciembre de 2012

Más sic transit

Como una reliquia "de un pasado irreal que de algún modo es cierto", como escribiera Borges, la pintura mural, nada del otro mundo, apenas una escena medieval  de poca monta, reaparece, después de decenios de enclaustramiento, para presenciar bajo la luz del implacable sol su propio fin. Recuerdo esa casona, situada en pleno centro, clausurada desde siempre y probablemente cayéndose ya a pedazos, con una solitaria torre que me atraía mucho visualmente, que alguna vez fotografié y que según me dijeron, fue la primera en morir. Sic transit...