martes, 11 de septiembre de 2012

Lectora

Yo me considero un lector inveterado, pero reconozco que hay muchos que me superan. La dama de la foto, por ejemplo, iba por 18 de Julio leyendo su libro mientras caminaba, deteniéndose apenas en los semáforos. Su libro la apasionaba o no quería desperdiciar el tiempo de la caminata, no sé, pero me recordó a los monjes que leen su devocionario mientras caminan por los corredores del convento.