jueves, 20 de septiembre de 2012

Acuática félida.

He tenido muchos gatos en mi vida, pero como la paqueña Nani, ninguna. Resulta que le gusta el agua, especialmente los hilos de líquido que corren de las canillas. Trata de atraparlos con la patita y en esa operación queda bajo el chorro, mojándose y no parece notarlo, casi como si le gustara. Al terminar se sacude como un perrito y ya está, y eso invierno y verano. Una vez se metió conmigo en la bañera cuando me estaba duchando, a ver qué era lo que hacía yo, seguramente para imitarme. Cuando llegue el verano seguro que se ducha ella también.