Mientras al fondo Álvaro corregía algún artículo, estirado sobre el sofá junto a la ventana, el director del suplemento, el respetado, admirado y muy querido por todos periodista y crítico de cine Homero Alsina Thévenet (HAT), se hallaba muy ocupado haciendo una breve siestita después del mediodía para recuperar fuerzas. Durmió unos cuantos minutos y al despertar estaba como nuevo. Saber administrar las propias energías para rendir siempre al máximo es una sabiduría que se adquiere con los años, no hay vuelta que darle.