jueves, 19 de enero de 2012

Salto

En la concesionaria de automóviles que queda cerca de mi casa, en mi camino diario a la agencia, tienen desde hace algún tiempo esta Ferrari a la venta. Ni qué decir que no me he interesado mucho por ella, ni averiguado siquiera cuánto cuesta; estoy bastante satisfecho con mi vieja Niva, que paga poca patente. Pero el joven ciclista quizás sí lo estaba y pensaba dar el gran salto: vender su bici y comprar la macchina, que al ser de segunda mano, seguramente cuesta bastante menos.