miércoles, 2 de noviembre de 2011

Vestigios

A veces los edificios conservan rastros que nos permiten reconstruir de algún modo su pasado, como las cicatrices en el cuerpo de un guerrero que dan cuenta de sus batallas. El de la foto fue construido, seguramente, para albergar una botica. Luego, en algún momento de su vida se dedicó al noble trabajo de mantener saneadas y cálidas las viviendas. Posteriormente tuvo alguna relación -no muy clara- con algún herrero y hoy está retirado, esperando por la piqueta fatal del que ya saben, para que lo demuela y en su lugar construyan un apilamiento de cajas de zapatos supuestamente habitables. Así es la vida...