domingo, 27 de noviembre de 2011

Abstraídos

La columna pasaba a su lado, miles de mujeres vestidas de negro con velas encendidas marchaban contra la violencia doméstica, pero los ajedrecistas no les prestaban atención. No es que fuesen indiferentes, no quiero decir eso, es que estaban enfrascados en una feroz partida rápida y el implacable reloj corría marcando las horas y el tiempo para hacer las jugadas se les agotaba.