sábado, 29 de octubre de 2011

Carlos González

En 1988 Sonia Bandrymer me propuse fotografiar al grabador Carlos González para una publicación sobre su obra de temática gauchesca que se estaba preparando. Antes de ir, Sonia me advirtió que el artista, por razones que sólo él sabría, se negaba a dejarse fotografiar. Sin embargo, cuando fuimos a verlo, se estableció de inmediato entre nosotros una fuerte corriente de empatía y no tuve ningún problema, en retratarlo. De hecho lo recuerdo como a un hombre encantador y sumamente amable.