lunes, 30 de mayo de 2011

Buenos Aires IV

Los habitantes de las grandes ciudades, obligados a compartir poco espacio entre muchos, apelan a algunos recursos, como al de la indiferencia, para tener al menos, aunque sea de manera un tanto ilusoria, un mínimo de intimidad. La pareja de la izquierda discutía animada junto al joven sin techo, o mejor dicho, con el cielo como techo, que dormía apaciblemente con las manos cruzadas sobre el pecho, como un difunto en su ataúd.