martes, 26 de abril de 2011

Escondida


No, no es un fantasma suelto por las callejuelas de Ouezzane, en el norte de Marruecos, no. Se trata apenas de una mujer del barrio enfundada en su "hiyab", la vestidura islámica destinada a protegerla de las libidinosas miradas de sus congéneres masculinos. Elegante y práctica, esta prenda puede confeccionarse fácilmente con una sábana, y que los diseñadores y demás mercaderes de la moda femenina se fastidien si quieren.