viernes, 29 de abril de 2011

Cautivos

¡Lo ha vuelto a hacer una vez más! Como los alienígenas de ciertas películas de ciencia ficción, que se introducían en las mentes de sus víctimas para dominarlas mejor, el pequeño demonio rectangular ha vuelto a encenderse, secuestrando las mentes de los incautos que permanecían en su cercanía y adueñándose de su voluntad. Mientras dure la emisión de sus siniestras imágenes, bloqueadoras de toda forma de pensamiento independiente, ellos permanecerán allí, inmóviles como los protagonistas de la película "Los visitantes de la noche", (Marcel Carné, 1942), convertidos en estatuas de piedra.