martes, 28 de diciembre de 2010

Kiki

Hace menos de dos horas, y con mucha pena, tuve que hacer "poner a dormir" a mi gata Kiki, uno de mis felinos, afectada por un tumor maligno de rápido crecimiento que le hizo -y a mí también- la vida miserable durante las últimas semanas. Fue un animal particularmente cercano, en especial durante las noches, cuando junto con su hermanastra Clarissa ocupaban buena parte de mi lugar en la cama.
Me permito citar un comentario de mi viejo amigo Julio César respecto a las mascotas, quien expresó lo que siento mucho mejor de lo que podría hacerlo yo en este momento:
"Decía Alfonso X que si el Señor lo hubiese consultado, podría haberle dado buenos consejos para la creación.
Si me hubiera consultado a mí, le hubiera sugerido que los mejores compañeros del hombre no deberían vivir tan poco"