
"
¡No pierdas tu tiempo fotografiando a esos animales ridículos, aquí estoy yo, bello y bien dispuesto!", me espetó el atildado y arrogante león del templo budista, taoísta y confucionista en el Chinatown de Surabaya. ¿O era
"confusionista"? Estos chinos siempre tan complicados...